lunes, 21 de octubre de 2013

Jonas Rodriguez J y V group ingeniería industrial es la empresa que fabrica antenas para telefonía de celulares a nivel nacional.

Jonás Rodríguez de Souza, que hace 16 años dejó su natal Brasil para trabajar en Bolivia, es de profesión ingeniero mecánico industrial petrolero y actualmente se dedica a la metalmecánica industrial, a lo que se sumergió después de trabajar por varios años para Petrobras Bolivia. Así fue que el 2004 comenzó la construcción de antenas direccionadas para celulares en Santa Cruz y actualmente junto a un equipo distribuye sus productos en el país. Hoy este emprendedor nos cuenta a detalle el secreto del éxito de su empresa.

¿Cómo son las antenas que construyen?
J.R.: Nosotros fabricamos las torres atirantadas, autosoportadas y antenas chicas, medimos y luego montamos toda la estructura. Son tres equipos diferentes los que participan para la instalación, por un lado la fabricación, montaje y, por último, la colocación en el aire.
Trabajamos a nivel nacional brindando nuestro servicio para Entel, Tigo y Viva.

Al año, ¿Cuántas antenas elaboran y cuánto tiempo les cuesta realizar una de ellas?
J.R.: El año pasado montamos alrededor de setenta y respecto al tiempo para construirlas depende de la altura y del tipo de antena que se construirá (autosoportada o atirantada). Hay torres desde 25 metros hasta de 75 metros, que es la más alta, y eso sin contar las que hacemos arriba de los edificios, porque ahí también instalamos desde 6 metros para arriba. Por ejemplo, si realizamos una antena de 40 metros se puede realizar en 30 días en menos tiempo si nos queda cerca.

¿Cómo manejan el precio para sus antenas y cómo consiguen el material?
J.R.: El precio varía en cada trabajo, porque se mide y dependiendo de su tamaño sacamos el precio; por decir, una antena de 30 metros llega a costar al rededor de 40 mil dólares y el material nos lo proporciona una empresa brasileña que vende en Santa Cruz.

¿Es dificultoso dedicarse a este rubro?
J.R.: No es difícil, pero es muy sacrificado, porque no tenemos días de descanso los fines de semana, porque cuando necesitan una antena tenemos que hacerla trabajando días recorrido, vamos a diseñar, ver el sitio en el que se colocará, eso es un poco complicado para nosotros respecto a los días y horarios, y lo que me lleva a trabajar con gente que tenga su tiempo totalmente disponible para esto.

¿Hay fuerte competencia a nivel nacional?
J.R.: La competencia es tranquila, se encuentra trabajo para todo el mundo, son pocas las empresas que se dedican a este trabajo, hay una empresa en La Paz, otra en Cochabamba, pero yo prefiero dedicar mi trabajo para todo el departamento de Santa Cruz, Beni, Tarija y Cochabamba, alguna vez hago trabajos para otros departamentos. Por ejemplo, ahora estoy trabajando por Potosí, en la zona del salar de Uyuni, donde pasará el Dakar 2014.

¿En su país (Brasil) hay más competencia que en Bolivia en este rubro?
J.R.: Sí, hay hartas empresas que se dedican a esto, quizás allá puede costar un poco más de encontrar trabajo que acá.

¿Cuáles serían las debilidades para dedicarse a construir antenas?
J.R.: En Bolivia muchas veces es complicado encontrar la mano de obra y a la mayoría de la gente boliviana no le gusta trabajar con seguridad, porque no quiere usar el equipo de seguridad y eso es un poquito complicado para nosotros de hacerle entender que tiene que usar el equipamiento. Todo el equipo que trabaja conmigo tenemos seguro de vida con Alianza Seguro y Fortaleza, seguro de accidentes.

'Por dar un ejemplo, una antena de 30 metros llega a costar alrededor de $us 40 mil'.

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