domingo, 27 de octubre de 2013

Bonanza, ¿con endeudamiento?

Cuando una nación experimenta una bonanza económica fruto de un contexto externo altamente favorable expresado en altos precios de las materias primas, hidrocarburíferas y mineras, tratan de no incurrir en aumentar su deuda pública.


Sin embargo, Bolivia es un país de paradoja; durante la década de los 70 el Gobierno dictatorial del extinto Cnel. Banzer (gobierno militar 1971-1978) experimentó una bonanza económica inédita fruto de los altos precios del algodón, del estaño y del inicio de exportaciones de gas a la Argentina.

Esta bonanza se tradujo en tasas de crecimiento económico en el periodo 1973-1974 arriba del 6%.

Sin embargo, a pesar de que el país experimentaba ingresos adicionales por un contexto internacional altamente favorable, el dictador fue muy hábil en endeudar a Bolivia aprovechando la excesiva liquidez que experimentaban los organismos y entidades financieras internacionales a tasas muy bajas, pero variables.

La deuda externa de Bolivia a inicios de la década de los 70 era de $us 600 millones; cuando Banzer abandona el Gobierno (1978), la deuda externa bordeaba los $us 2.162 millones. Un crecimiento de nada menos que un 260%.

Los costos de la deuda lo pagaríamos los bolivianos en la siguiente década, siendo este uno de los varios elementos que contribuyeron a inviabilizar la tristemente célebre Unidad Democrática y Popular (UDP) de Hernán Siles Zuazo expresado en la hiperinflación de 1982-1985.

¿Qué pasa actualmente?
El último reporte de la deuda externa del Banco Central de Bolivia (BCB), al 30 de agosto de 2013, muestra que la deuda externa es $us 4.956,9 millones.
No obstante, si revisamos la evolución de la deuda en los últimos años podemos observar que la misma en 2007 llegó a $us 2.207,9 millones, o sea que en casi 6 años y en pleno proceso de cambio se ha incrementado un 124,5%.

No es malo que un país se endeude, habida cuenta de que es una fuente alternativa de financiamiento y si esos recursos se van a destinar a mejorar la calidad de vida de los bolivianos, sin duda que más bien sería una inversión a largo plazo.

Lo que llama la atención es que la deuda hubiese crecido aceleradamente en pleno proceso de bonanza económica, expresado en superávit fiscales durante siete años consecutivos, crecimiento vertiginoso de las Reservas Internacionales Netas (RIN) del BCB, superávit gemelos (cuenta corriente y capital) en la balanza de pagos durante 7 años consecutivos y los históricos ingresos que se obtienen debido al incremento de precios por la venta de gas natural a Argentina y Brasil gracias a los excelentes contratos que se elaboraron y firmaron en beneficio del país, cuyo precio del gas fue indexado a derivados del barril del petróleo crudo que se cotiza en el mercado Henry Hub de Estados Unidos.

Como los bolivianos tenemos la memoria muy frágil, es necesario recordar que el precio del gas que se vendía a la Argentina en el 2005 era de $us 0,98 el millar de BTU (Unidad Térmica Británica, por sus siglas en inglés) el famoso ‘precio solidario’ del expresidente Carlos Mesa; hoy bordea los $us 10,8.
En el caso de Brasil, en 2005 el precio era de $us 2,3 el millar de BTU y hoy bordea los $us 9,2. Hay que recordar que el precio del barril de petróleo en el 2005 se cotizaba en $us 25; hoy bordea los $us 102,2.

El perdón de las deudas
De nada sirvió la condonación de deudas que hicieron los organismos internacionales enmarcados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a cambio del cumplimiento de ocho objetivos, como reducción de la pobreza, reducción de mortalidad infantil, mortalidad materna, entre otros, el cumplimiento de los mismos serán evaluados en el 2015. La condonación en nuestro país fue en el periodo 2005-2007.

El 11 de junio de 2005 el grupo de los ocho países más industrializados del mundo (G8) decidieron condonar la deuda externa de 18 países pobres entre los que se encontraba Bolivia.
Nuestro país fue favorecido con la condonación de $us 2.007 millones ($us 293,2 millones con el FMI y $us 1.713,7 millones con el BM). Luego el 16 de marzo de 2007 el BID condona a Bolivia la suma de $us 1.034 millones. De esa forma la deuda externa de nuestro país, que al 31 de diciembre de 2005 era de $us 4.941,7 millones, se reduce de forma considerable a $us 2.207,9 millones en 2007.

Lo que hoy se espera es simplemente una explicación técnica y académica sobre la evolución de la deuda externa y no simples declaraciones superficiales por parte de los funcionarios públicos

PERFIL

Ámbito profesional
Teófilo Caballero es licenciado en Economía por la Uagrm y cuenta con una maestría en Finanzas Corporativas.
Salió bachiller del Colegio Cástulo Chavez, pero cursó sus estudios iniciales en el Colegio Fe y Alegría La Merced. Además de ejercer la docencia universitaria por más de dos décadas, fue vicepresidente del Colegio de Economistas de Bolivia.
Es autor de libros sobre economía y estudios sobre el área macroeconómica del país.

LAS FRASES

“Lo que llama la atención es que la deuda hubiese crecido aceleradamente en pleno proceso de bonanza económica, expresado en superávit fiscales durante siete años consecutivos, crecimiento vertiginoso de las RIN del BCB...”

“Lo que hoy los bolivianos esperamos es una explicación técnica (...) Porque hay algo que no debemos olvidar, los gobiernos pasan, los ciudadanos se quedan; los gobiernos gastan, los ciudadanos pagan”.

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