martes, 24 de septiembre de 2013

Incentivar la producción para estabilizar los precios

El Informe de Política Monetaria (IPM) elaborado por el BCB proyecta que la inflación se situará en torno a un 4,8% a 2013. Igualmente prevé que la inflación a fines de 2014 estará en torno a un 5,2%. Los posibles rebrotes inflacionarios son fenómenos muy complejos teniendo múltiples aristas.
No obstante, la inflación en última instancia es un fenómeno monetario, es decir, la inflación ocurre cuando la máquina del Banco Central de Bolivia empieza a imprimir billetes de forma inorgánica sin reflejar la escasez o abundancia de la producción de bienes o servicios y, simplemente lo hace para financiar el déficit fiscal de los gobiernos de turno. La literatura económica da muchas luces sobre la importancia de la estabilidad de precios como principio de bienestar de los países.
En Bolivia podemos argumentar que el origen del alza de precios de los productos son el resultado en primer lugar del incremento de la demanda agregada, dado por un crecimiento del consumo privado y del ingreso per cápita. Análogamente, existen factores por efectos climatológicos adversos que se han venido evidenciando; de la misma manera se observan presiones inflacionarias externas. Bolivia es un gran importador de alimentos y bebidas, donde al mes de julio de 2013 se han importado más de $us 346 millones, siendo nuestros principales proveedores Argentina y Brasil, respectivamente. Otro componente relevante son las depreciaciones, en relación al dólar, de las monedas de los países de los cuales importamos alimentos e insumos para la industria, haciendo que estos sean más caros en nuestro mercado interno, un claro ejemplo es lo que está pasando con el tipo de cambio en Brasil y particularmente Argentina.
Otro factor hostil que alienta las variaciones son las expectativas de los agentes económicos, este comportamiento sucede por distorsiones en el sistema de precios; también se observa, habitualmente, la modificación en los precios relativos encareciendo cierto tipo de productos en comparación a otros. Finalmente, en un contexto de ingresos elevados es transcendental la prudencia de la autoridad fiscal y su compromiso de preservar la estabilidad.
Para frenar la evolución de los precios el camino a seguir debe estar en la línea de incentivar la producción, fomentar el crédito productivo y dejar de lado los controles de precios y las restricciones a las exportaciones e importaciones

José Alberti - VICEPRESIDENTE DEL COLEGIO DE ECONOMISTAS DE SANTA CRUZ

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