Llegó al país invitado por la Cainco y en el foro marcó a los empresarios privados la importancia de invertir en la capacitación del personal y en la innovación. El español hizo una mirada de la economía regional y habló del buen momento de Bolivia.
¿Cómo está su país (España) a esta altura del año y cómo se prevé la posibilidad de superar la crisis económica?
Sí. Efectivamente España está en una situación de crisis y por eso es necesario hacer un profundo ajuste, sobre todo por el endeudamiento privado. Hoy estamos con el desafío de asumir los retos de ese endeudamiento.
¿Por dónde pasa el desafío de asumir esos retos?
Primero por recuperar los niveles de competitividad. Para ello se está haciendo una serie de cambios y reformas estructurales importantes; ya se están viendo los cambios, aunque la situación sigue siendo de crisis.
Entonces la situación todavía está para largo...
Se puede decir que ya hemos superado la parte más crítica y podremos despegar hasta fin de año, pero eso no va a significar que la crisis termine en 2014, sobre todo porque son grandes los problemas del mercado laboral. Es casi el 27% de la población activa desempleada, y eso supone todavía tiempo. En todo caso se puede afirmar que lo peor ya ha pasado y nos estamos encaminando hacia la recuperación.
¿Y el costo social?
El costo social ha sido brutal para España porque ha pasado de 8 a 27% en desempleo en menos de cinco años. Esto quiere decir que de haber 1,8 millones de desempleados hemos llegado a los 6 millones.
¿Cómo se ve desde Europa el comportamiento de la economía en América Latina?
Latinoamérica en general, incluyendo México, se ve fantástico. De hecho, se ha convertido en una válvula de escape de muchas compañías españolas. Es más, incluso se ve a muchos que han perdido su trabajo en España y que están probando suerte en muchos países de este lado del globo. Se puede resumir diciendo que por la situación de crisis muchas empresas europeas se están internacionalizando apostando por América.
¿Por qué se da esta situación de cambio así?
Por varios motivos, pero basta resumir un par de ellos que tienen que ver con razones culturales e idiomáticas y porque las perspectivas de crecimiento de los mercados son elevadas en comparación con algunos países europeos.
Y en el caso de Bolivia...
Con Bolivia todo pasa por los filtros mediáticos. A Bolivia todavía se la ve como el país de las expropiaciones de las empresas y, lamentablemente, eso ha marcado la agenda, más allá de una serie de empresas europeas que están trabajando bien con el Gobierno de este país. Sin embargo, la constante es que a Bolivia se identifica como un país poco confiable para la inversión, a diferencia de países como Perú y Colombia, que se ven muy atractivos para invertir.
Pero más allá de la imagen tendrá que reconocer que las cifras de Bolivia están bien. ¿Qué dice al respecto?
Es una situación de expectativa en cuanto los precios de las materias primas sigan elevados. De hecho, crecer por encima del 5% anual es bueno, pero puede resultar complicado habituarte a vivir solo de eso. Los precios de los comodities son interesantes mientras duran, pero en algún momento pueden caer por varios factores.
¿Qué es lo más aconsejable para no lamentarse después?
Hay que aprovechar la bonanza para hacer transformaciones de las materias primas y darle un valor agregado, eso hará que se consolide una cadena de largo plazo sostenible en el tiempo. Es una suerte crecer como crece Bolivia, pero hay que saber aprovecharlo. Si dejan pasar la oportunidad, pueden terminar muy complicados.
¿Usted conoce ejemplos de países que ahora se están lamentando por no haber tomado buenas decisiones?
Hay muchos ejemplos en ambos casos, tanto los que no aprovecharon en su momento, como los que sí están aprovechando la oportunidad para sostener su crecimiento. Por ejemplo, los países del Golfo Pérsico saben que el petróleo se acabará en algún momento, pero ya están tomando sus previsiones.
Le vuelco la página para hablar del empresariado privado y su aporte al crecimiento. ¿Qué se debe hacer para alcanzar mayor competitividad sin ser tan inmediatista?
Eso tiene que cambiar porque el mayor frente de competitividad en una economía no son sus recursos naturales ni sus patentes, sino sus recursos humanos, por eso hay que apostar a la capacitación permanente en todos los niveles; el conocimiento es bueno, pero más importante es la capacitación sostenible e innovadora.
¿Cuán importante es la articulación público-privada para el crecimiento?
Muy importante, pero soy de la opinión que si bien el Estado debe marcar las directrices, pero la ejecución y la puesta en práctica deben correr por cuenta de la empresa privada.
Volviendo un poco atrás, ¿es parte de la crisis que muchos futbolistas hoy estén jugando en ligas como la de Bolivia por ejemplo?
No sabía que había jugadores de España en Bolivia porque la diáspora de jugadores siempre fue a otros países, sobre todo de Europa, pero hay que verlo por el lado bueno, es preferible que estén aquí y no que estén parados sin ganar dinero
Protagonista
Juan Carlos Martínez
CONSULTOR INTERNACIONAL
ECONOMISTA
CONSULTOR
ESPAÑA
Asesor de medios
MBA del Instituto de Empresas (España). Profesor de entorno económico de los negocios y análisis de países y director general de programas In Company del IE Business School.
También es un reconocido colaborador en análisis económicos de las cadenas informativas europeas BBC y Bloomberg. Disertó en el foro de la Cainco sobre las claves para una economía innovadora, próspera e inclusiva.
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