El cliente, conforme pasó el tiempo ha cambiado mucho, se ha vuelto sumamente infiel. Mariano Cabrera, experto en marketing, señala que la fidelización, la relación y gestión de clientes dejó de ser patrimonio exclusivo de los departamentos comerciales y de marketing para irse convirtiendo en centro de atención de los más altos niveles que definen y gestionan la estrategia de las empresas.
Hay que evolucionar. Lo que se busca es brindarle siempre una mejor experiencia de compra a los clientes, según Cabrera, el ser humano como consumidor ha evolucionado y como empresa no es necesario rebajarse y hacer lo que ellos quieran, sino tratar de mejorar la relación con ellos.
"Las empresas tienen que crecer e innovar conforme va avanzando el mundo, no estancarse nunca y la tecnología en este sentido es una herramienta que puede jugar a favor de este objetivo", sostuvo Cabrera.
El efecto tecnológico. Teresa Serra, docente universitaria y experta en negocios, señaló también que la tecnología ha supuesto para el consumidor un acceso fácil e inmediato para conseguir y compartir información a través de la web y los dispositivos móviles. Para las empresas, el desarrollo tecnológico ha supuesto eficiencia operativa, incremento de productividad, y sobre todo la posibilidad de monitorizar, clasificar y medir el comportamiento de los clientes y por tanto poder conocerles tan a fondo que sea posible atenderlos de forma segmentada y personalizada. Una estrategia centrada en el cliente es la que alinea el desarrollo y la entrega de productos y servicios de una compañía con las necesidades actuales y futuras de un segmento de clientes. Se trata de identificar, conocer y centrar los esfuerzos en los clientes de mayor valor para la compañía de forma que consigamos vincularlos a largo plazo con la misma, señala Serra.
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