martes, 17 de diciembre de 2013

es posible ahorrar en fin de año

Con las fiestas de fin de año no se puede evitar el incremento del consumo y también del gasto. Si las familias no tienen un poco de control, es posible que inicien el 2014 con cuentas por pagar, lo que se convierte en un hábito que es muy nocivo para la economía y para la estabilidad financiera del hogar.

Cabe recordar que el peor error para las finanzas personales es gastar más de lo que se gana, coinciden los especialistas e indican que se puede evitar comenzar el nuevo año con el pie izquierdo, siempre y cuando se cambien algunas manías de consumo en este mes y se planifiquen los gastos para las festividades. No tener deudas permitirá empezar el 2014 con un historial financiero sano, sin estrés y con un mejor ánimo para cumplir todas las metas.

Consumismo desmedido
Para Gary Rodríguez, analista económico, una característica de las fiestas de fin de año es que producen un frenesí consumista. “El enorme gasto que se da, no solo en Bolivia sino en todo el mundo, tiene que ver con la compra de juguetes, regalos, ropa, accesorios navideños, así como también bebidas, comida y viajes en esta época. Todo asociado a las fiestas, la diversión y la ostentación en muchos casos descontrolada”, argumenta.
A su vez, a sicóloga Mónica Rivero indica que en esta época de fin de año se ha caído mucho en el consumismo desmedido restándole importancia al verdadero significado de Navidad. “Como padres y educadores que somos es importante tener en cuenta que los años de la infancia serán decisivos en la personalidad que estamos formando en nuestros hijos y de acuerdo a sus valores, ellos le darán a los regalos la importancia que como padres les hemos transmitido”, argumenta.

Medidas para ahorrar
Ludwig Toledo, analista financiero, afirma que es posible ahorrar para no llegar con números rojos al próximo año, siempre y cuando se tomen algunas medidas. Remarca que el principio de oro para tener salud financiera es no gastar más de lo que se gana y también priorizar las necesidades, ya que hay algunas que no pueden ser pospuestas ni siquiera por fin de año.
Expresa que las personas deberían destinar por lo menos un 5% de sus salarios al ahorro pensando en alguna contingencia o la compra de algín bien de valor. Agrega que hay que evitar el menor endeudamiento posible.

Rivero señala que para no llegar con números rojos al 2014 se deben dividir los gastos en indispensables, necesarios y vanales, además de ver cuánto se precisará para los útiles del año próximo. “No hay que pensar solo en las fiestas de fin de año. Además todos los precios suben en esta época y, si no es urgente la compra, es mejor esperar”, subraya.

Gastos y regalos
Los regalos en Navidad, añade Toledo, son importantes porque hacen sentir bien a nuestros seres queridos. Sin embargo, no hay que extralimitarse ni comprar por impulso, sino evaluar las prioridades y adquirir los obsequios por orden de importancia. Por ejemplo, cita el especialista, la ropa es más necesaria que los juguetes o aparatos electrónicos, que tanto gustan a los chicos, aunque estos son fabulosos para ellos y es lo que más esperan, pero si no hay las condiciones, deben entender.

No obstante, en la medida que no desestabilice la economía familiar, se puede dar a los hijos algún detalle, ya sean juguetes, celulares u otros equipos tecnológicos, pero lo primero es la ropa (bien necesario) y, después, lo que piden, siempre y cuando el dinero alcance, aclara Toledo.

En criterio de Rivero, los regalos no deben elegirse así por así, es conveniente dar juguetes que enseñen algo significativo, que les sirva para su crecimiento personal, intelectual. “En el mercado incluso algunos ya vienen con el rango de edad y esto es muy importante a la hora de comprarlos. Muchos obsequios no son los adecuados; sin embargo, si les regalan abuelos o tíos ya escapa de nuestras manos, pero debemos enseñarles a ser responsables y a tener cuidado”, dice.

Valor comercial o espiritual
Asimismo, la sicóloga Liliana Zabala considera que los regalos prioritarios para las fiestas de fin de año deben ser la ropa, los calzados o algo que les va a servir y no solo juguetes que no les duran, los fregan o los dejan de lado porque ya no les gustan.

Dependiendo de cómo se lo críe y del valor material o espiritual que se le dé a la Navidad, prosigue la especialista, el niño va a entender, o no, de que sus padres están haciendo un esfuerzo por darle lo que más necesita y no lo que ellos quieren.
“Hay que educar a los hijos desde pequeños y enseñarles el verdadero significado de la Navidad, y que lo más importante en estas fiestas es el valor del amor y de la vida, para que los regalos simplemente sean un complemento”, remarca Zabala.

No a la ostentación
Según Toledo, la compra de regalos para Navidad es producto de una inducción de orden comercial y este aspecto debería cambiarse. Añade que para evitar gastos innecesarios o quedarse con deudas, solo se debe regalar a los familiares más cercanos, principalmente a los hijo, padres y, en la medida de lo posible, a los hermanos, si hay las condiciones.
“Vivimos en una sociedad de consumismo de demostración. Los regalos son una forma de demostrar que tenemos condiciones para dar presentes, cuando en realidad no es así y este afán de mostrar en la mayoría de los casos, juega en contra de nuestra economía. Esto es vanidad y una pretensión peligrosa para nuestras finanzas”, resalta.

Enseñarles a ahorrar
Para evitar gastos innecesarios, Liliana Zabala sugiere hacer un listado de las prioridades y las cosas que se necesitan y que no pueden esperar, destinar cierto porcentaje para el ahorro y preparar una cena o un festejo sin mucha ostentación y que el objetivo sea más que de comer o beber, compartir en familia.
“Como padres debemos enseñarles a nuestros hijos a ahorrar para que se compren lo que de-seen para Navidad. Así ellos aprenderán el valor simbólico del dinero y lo que cuesta comprarse algo”, concluye

No es gastar por gastar
Gary Antonio Rodríguez A. - Analista Económico
Diciembre es un mes de alto gasto al soler conjugarse el pago del sueldo de noviembre, el aguinaldo y hasta el sueldo adelantado de diciembre, a lo que hoy habrá que sumar el ‘segundo aguinaldo’ producto del Decreto Supremo 1802. Las remesas del exterior, las facilidades comerciales y crediticias y los préstamos de una economía subterránea ‘boyante’, alientan un mayor consumo.
La pregunta es ¿qué después? A la fugaz felicidad derivada del desenfreno consumista, del gasto suntuario y del deleite festivo, le suele suceder la triste historia de las deudas o accidentes, entre otros, cuando lo aconsejable sería que cuando se dispone de recursos adicionales -el ‘segundo aguinaldo’- sirva para pagar deudas o para ahorrar, siendo que “el ahorro es el sacrificio del consumo presente para el disfrute futuro”.
Siempre es recomendable no gastar más de lo que se tiene como ingreso; además, se trata de gastar bien, sin tratar de expresar el amor o el afecto con artículos caros -eso es mero mercantilismo- sino más bien hacer de la Navidad un tiempo de recogimiento, y del Año Nuevo, un momento de reflexión para hacer una evaluación de lo vivido a lo largo de la gestión que culmina. Ahorrar una parte del ingreso, es aconsejable. Porque, ¿quién garantiza que el 2014 vaya a ser tan bonancible como el actual? Solo Dios sabe, pero hay que estar preparado para todo.

Para tomar en cuenta

Algunos consejos

Cuál es el ingreso. Sumen todos sus ingresos por sueldos, aguinaldos, bonos u otras beneficios de fin de año. Dividirlos en dos partes: el 40% destinarlo a ahorro o inversión y el otro 60% a los gastos. En lo posible traten de reducir al máximo los gastos y aumentar el dinero para el primer concepto. Motívense a ahorrar fijando objetivos como la compra de una casa, un auto o ir de vacaciones.
Ordenado en sus gastos. Dependiendo de los planes, divida en partes el dinero destinado al gasto (60%). Por ejemplo: viaje (30%), celebración de 24 y 31 (20%) y regalos de Navidad (10%). Procuren seguir el plan de gastos buscando las mejores ofertas y armonizando los deseos de gasto con el presupuesto.
No gasten más de lo presupuestado. Si quieren tener un buen inicio de año, suavicen las cuentas de enero gastando menos en diciembre, pagando deudas pendientes y teniendo un colchón financiero con lo que logró ahorrar en el fin de año.
Cuidado con el consumismo. El espíritu comercial de esta época crea necesidades injustificadas y excesivas. Se incentiva el gasto en adornos, accesorios, ropa, aparatos que quizás son innecesarios.
Elijan la mejor opción. Comparen precios antes de comprar y aprovechen las promociones de fin de año. Siempre es posible encontrar otras alternativas de menor costo. Para ello hagan las compras con la debida anticipación.
www.dinero.com

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